Si te preguntase si te conoces a tí mismx, probablemente me dirías que sí, y podrías decirme que eres optimista y luchador/a, o que te gusta ir a la playa y dar un paseo, etc. Sin embargo, el autoconocimiento va más allá de saber describirte o de detallar aquello que te gusta hacer.  El autoconocimiento es encontrarse con uno mismo, conocer en profundidad nuestras emociones, nuestros defectos, nuestras cualidades, nuestros problemas, la forma de actuar ante ellos, etc.  Esto es clave para la mejora del bienestar emocional, para el desarrollo personal y para la inteligencia emocional.

A veces hacemos cosas con las que no estamos del todo de acuerdo, o disimulamos nuestras emociones para tratar de adaptarnos a los que nos rodean; a veces hacemos las cosas por inercia, y otras, actuamos impulsivamente, sin pararnos a pensar porqué lo hacemos.

Llegar al autoconocimiento no es una tarea sencilla, requiere de mucho esfuerzo y tiempo. Es un proceso continuo forjado a través de lo que hemos vivido, de los valores adquiridos, de las personas con las que nos hemos encontrado, de los pensamientos y emociones. Puede pasar que, al descubrir aspectos propios, sintamos vergüenza o incluso nos asustemos, pero también forma parte de quien eres. Si no aceptamos estas partes de nosotrxs “menos agradables”, al final te estas negando la oportunidad de mejorarlas.

Así que es importante que te pares y pienses: ¿Consideras que te conoces en profundidad?

Si crees que te conoces más bien poco o que puedes seguir profundizando en tu propio conocimiento personal, te invito a que me sigas leyendo.

¿Qué competencias emocionales se ven involucradas?

Autorespeto:

Cuando tenemos conocimiento sobre nuestras propios limites y sobre nuestras capacidades, tenemos la posibilidad de aceptar y entender cuales son los motivos que nos llevan a actuar de una forma u otra, y además esto nos permite ser conscientes de cuales son nuestras necesidades y de respetarlas, de forma que pondremos limites a los demás en caso de tener que hacerlo.

Autocontrol:

Autoconocimiento y autorespeto unidos nos permite tener un mayor autocontrol cuando nos enfrentamos a determinadas situaciones. Con ello quiero decir que tendremos menos dificultad a la hora de mantener la calma y controlar nuestros impulsos.

Autoestima:

Conocernos es un básico para la autoestima, igual que un vestido negro es un básico para nuestro armario. En líneas breves, la autoestima es la forma en que las personas se sienten respecto a sí mismas y cómo se evalúan.

El primer paso para comprender quienes somos es saber como nos sentimos. Tomar conciencia de nuestras emociones, de como nos sentimos es una habilidad fundamental, es el cimiento de una casa, sobre la que poder seguir construyendo.

¿Qué herramientas nos ayudan a conocernos a nosotros mismos?

Algunas de las herramientas conocidas son:

Quién soy: se trata de un ejercicio que te puede ayudar a ver quién eres en el momento presente, y quien quieres llegar a ser. Lo importante de este ejercicio es decidir cuáles son los pasos que darás para ser la persona que quieres llegar a ser. Para ello necesitaras dividir un folio en tres columnas o bien usar 3 folios: en uno anotaras quien eres en el momento actual, en otro apuntaras quien quieres llegar a ser y en el tercero escribirás como puedes lograrlo, cómo vas a hacerlo.

La línea de la vida: se trata de trazar una línea horizontal como representación de tu vida. En ella, marcarás un punto medio que será el presente, el ahora. A la izquierda de ese punto, irás incluyendo situaciones y experiencias pasadas que hayan sido relevantes para ti; y a la derecha anotarás aquello que desearías para tu futuro, marcando tus objetivos tanto a corto como a largo plazo. Esta línea nos permite ser conscientes de aquello que ha sido significativo para nosotros, además de reflexionar sobre lo que hemos vivido y sobre cómo te planteas conseguir los objetivos marcados.

Diario de emociones: siempre digo que escribir es sanador, y de eso se trata en este ejercicio. Escribir sobre nuestras emociones puede aportarnos muchos detalles sobre nosotros mismos. Por ejemplo te invito a que cada día, minutos antes de acostarte, anotes como te has sentido a lo largo del día. Esto nos puede ayudar a saber cuales son las emociones que mas se repiten en nuestro día a día, ser conscientes de nuestro estado emocional.

¿Cómo me siento con respecto a mi pasado?, ¿cómo me siento hoy?, ¿cuáles son las cualidades que más me gustan de mí?, ¿cómo me siento junto a las personas que tengo alrededor?, ¿cómo suelo reaccionar ante el estrés?, ¿cuáles son las cosas que más me decepcionan?, ¿en qué cosas siento que debería mejorar?, ¿cuáles son las cosas que realmente me gustan y me motivan?, ¿qué es lo que espero en el futuro?, ¿cómo me gustaría que fuera mi vida?, ¿qué podría hacer o cambiar para que mi vida actual se asemejara, de forma realista, a aquello que me gustaría vivir?

Estas y otras muchas son algunas de las preguntas que puedes reflexionar en tu camino hacia tu autoconocimiento.

En definitiva,  detenerte a reflexionar sobre quien eres y sobre lo que sientes, desarrollar así tu autoconocimiento es el pistoletazo de salida para mejorar tu bienestar emocional.