Infertilidad

Se entiende por infertilidad cuando no se produce un embarazo o cuando hay dificultades para mantenerlo.

Por lo general, las parejas tienden a llevarlo en secreto y con mucha prudencia. Pero lo cierto es que es reconocido por la OMS como un problema cada vez más frecuente en nuestra sociedad.

Inician tratamientos que suponen un alto coste emocional para ambos, y que en muchas ocasiones, a pesar de lograr tener un bebé sano, lo vivido en el proceso es reconocido por muchas personas como devastador.

Cómo se vive

Si nos situamos en el momento previo a la búsqueda del embarazo, muchas mujeres inician una etapa de autocuidado mayor a lo que habitualmente hacían. En muchas ocasiones, acuden a revisiones ginecológicas para comprobar que todo esté bien, inician la toma de suplementos de ácido fólico, sus dietas pasan a ser mas saludables o incluyen en su rutina el ejercicio físico.

A medida que van pasando los meses y el deseo de ser madre no llega, es cuando empieza a cobrar fuerza la idea de la posible infertilidad, apareciendo también el miedo a no conseguirlo. Esto angustia muchísimo tanto a las mujeres como a sus parejas.

Cada mes que pasa, el sufrimiento aumenta. Lo que hace que el proceso de búsqueda cada vez sea más controlado, y que cada vez ocupe más ámbitos de tu vida. Por ejemplo, en lo que al sexo se refiere, éste se vuelve prácticamente programado e incluso en ocasiones ausente de afecto. El acto en sí es lo que prima, y no las ganas, el disfrute o el placer. También suele ocurrir que lo que antes significaba ver a una embarazada por la calle dista mucho de lo que ahora significa. Ahora entran en juego sentimientos de tristeza, de pena, frustración, rabia, etc.

Con esto, lo que quiero reflejar es que en muchas ocasiones, el proceso de búsqueda del embarazo, es vivido como algo traumático. Y más aun cuando las cosas se complican o cuando se experimentan intervenciones y tratamientos de fertilidad. Es frecuente incluso que exista una historia de pérdidas y que esos duelos estén pendientes de sanar.

Embarazo tras infertilidad

Llega el positivo, y en ese momento puede que te inunde la emoción porque por fin lo habéis conseguido. Pero también puede ocurrir que no sea así, y que para muchas personas, en el embarazo tras infertilidad, les sea muy difícil ilusionarse. Es frecuente incluso que tras una largo periodo de búsqueda, especialmente en las mujeres que atraviesan el duro proceso de los tratamientos de fertilidad, el embarazo que llega es vivido con angustia, con miedos y en los que el vinculo materno puede tardar en aparecer.

Es común en estos procesos la existencia de un duelo del que poco se habla, el duelo por el proceso soñado que no fue, además de sostener lo que implica para el cuerpo y para nuestras emociones, vivir ese proceso de tratamientos.

Suele ser común en estos procesos la existencia de un duelo del que poco se habla, el duelo por el proceso soñado que no fue. A ello, le añadimos el hecho de sostener lo que implica para el cuerpo y para nuestras emociones, vivir ese procedimiento de tratamientos.

Por otro lado, el embarazo con ovodonación, es posible que se acompañe de otro duelo, el duelo por la pérdida de continuidad genética con la descendencia.

En definitiva

Se trata de arduos procesos, en los que con frecuencia aparecen la ansiedad, los miedos, los duelos…

Es por ello por lo que considero importante que ante estas situaciones estéis acompañados y dispongáis de atención psicológica, con el objetivo de minimizar la ansiedad, además de sostener y sanar el duelo cuando hay perdida(s).