Mar en calma. Una calma momentánea que nos hace bajar la guardia y adentrarnos en él con total confianza. Calma momentánea porque a lo lejos se ven venir las olas, olas cada vez más altas, cada vez más difíciles de surfear.

¡Si! ¡Surfear! De eso se trata, de aprender a caminar al son del agua sin que consiga atraparnos. Pero como en todo aprendizaje, en su transcurso quizás caigamos y hasta traguemos agua, esa agua salada que nos irrita la garganta y que incluso a veces provoca lagrimas.

¡Si! ¡Caemos! ¿Quién no se ha caído ante las múltiples olas que se nos presentan? Todos hemos caído en mayor o menor medida, pero caer no necesariamente implica perder.

En la caída algunxs se levantan casi sin tiempo a pensar, en ese afán de tener que poder con todo; otrxs necesitan quedarse a flote pensando en lo ocurrido, en cómo ha actuado, en los “y si hubiera hecho tal cosa”; y otrxs se hunden en el mar de los pensamientos negativos, de los “no puedo más”, “no soy capaz de seguir”, “la ola me ha atrapado”, etc.

¡Si! Son momentos duros. Momentos en los que la esperanza puesta en la sociedad, en nuestra sociedad, se ha visto truncada; momentos en los que la ansiedad se apodera de nosotrxs manifestándose con falta de apetito, con malestar, con insomnio; son momentos en los que una gran parte de la población siente tristeza, rabia, desgana, abandono, ira…y un sinfín de sentimientos más.

Muchxs de vosotrxs estáis luchando desde el inicio de la pandemia, viendo venir las olas, cayendo en saco roto vuestras peticiones. Sois muchxs lxs que sentís miedo al tener que trabajar, lxs que la noche antes de iniciar el turno no concilian el sueño o si lo hacen, se despiertan a sobresaltos. Sois muchxs lxs que tenéis pesadillas y lxs que habéis visto en primera persona las muertes en soledad que las olas se llevan, sin poder hacer mucho más por ellos que un fuerte apretón de manos (con protección, por supuesto) y un “todo irá bien”, aun sabiendo que quizás no sea así. Sois muchxs lxs que a día de hoy habéis caído y quizás en vuestra caída hayáis arrastrado a vuestros familiares. Sois muchxs lxs que os habéis refugiado en esa cervecita diaria, para mitigar la ansiedad. Sois muchxs lxs que os sentís desolados, sin fuerzas, con miedo. Miedo a llegar al curro, miedo al momento de quitaros el traje de buzo (EPI) para no contagiaros, miedo a llegar a casa con el bicho.

¡Si! ¡Sois muchxs!

Llevamos un año subidxs a esta tabla de surf, intentando sostenernos en pie, y cada vez las olas pegan más fuerte, cada vez estamos más mojados y nos cuesta más subirnos a la tabla. Estamos lábiles emocionalmente, con una gran carga emocional, irritables. ¿Y aun te niegas a tener días de mierda?

La ansiedad hace estragos, quien la padece lo sabe. Vivir día tras día con ella te acaba destrozando. Y en ese intento de salir de ella, en muchas ocasiones, recurrimos a la búsqueda de su origen. Lamentablemente lo que causó tu ansiedad es muy probable que no de el efecto que deseas. Es más eficaz ver que podemos hacer a día de hoy con ella, sin buscar en el pasado. Pregúntate: ¿a que tienes miedo? El miedo sustenta la ansiedad.

Hazte un favor. ¡Escúchate! Es importante hacerlo para sanar. Permítete tener días mierdosos, permítete sentir las emociones que afloran mientras surfeas y por supuesto, cuando caes. Aprende a surfear (aunque desde ya te digo que no es tarea fácil). Y si ves que esos días de mierda se alargan demasiado, si ves que no remontas, o si quieres producir un cambio en ti, que por ti mismx no consigues, acude a profesionales. Pide ayuda. No esperes a que tu vaso rebose.

#cambio #change #chance #olas #surf #surfear #covid #coronavirus #caer #caerse #contagiarse #contagio #miedo #ansiedad #pandemia #diasdemierda #diasmierder #pideayuda